viernes, 17 de mayo de 2013

Esos años inciertos...

Esta nueva entrada voy a tratarla desde un punto de vista más personal y con mi propia experiencia como fuente de información. Voy a hablar de mi experiencia como estudiante, pero en relación a un curso de Marketing Digital al que asistí y, del cual estoy realizando actualmente las prácticas.

Me ha parecido interesante la elección de este tema ya que durante prácticamente toda nuestra educación en la ESO, tenemos que ir enfocando nuestros estudios a un futuro laboral. Sin embargo, esta es una muy difícil elección ya que es muy diferente la teoría de la práctica.

Nos formamos para poder ser periodistas, abogados, médicos, publicistas, etc. En general, para poder tener un futuro mejor y poder trabajar disfrutando con algo que nos gusta. Nos mandan trabajos, lecturas, ensayos, estudiamos para los exámenes, los aprobamos y luego vienen las prácticas, el mundo real y, es en ese momento, en el que nos damos cuenta que toda esa teoría es una mínima parte de nuestro aprendizaje. Lo bueno, viene después.

Hablando sobre mi experiencia, puedo comentar que en el curso de marketing nos pudieron enseñar determinadas cosas que en un principio nos parecían muy relevantes. Sin embargo, pocos días más tarde, a la hora de empezar las prácticas, me di cuenta de que esa teoría no iba a servirme de mucho. Mi verdadero aprendizaje iba a comenzar en ese mismo instante, cometiendo errores, aportando ideas. Pero sobre todo, aprendí a verme en la piel del trabajador, no en la del estudiante que simplemente realiza trabajos por una nota.

Cuando miro hacia el futuro, hacia el día en el que termine mis estudios y tenga que adentrarme en la vida laboral, he de reconocer que me entra un vértigo increíble. Y es solo que ahora no soy capaz de verme en una ocupación diferente que no sea la de estudiante. Es en este momento en el que también me asusto y me preocupo pensando en que no hay un trabajo que se adecue a mi personalidad, pero es porque no me he visto en la situación de una vida más asentada con un trabajo fijo.

Así que, hablando desde la experiencia y desde la no-experiencia, aconsejo no preocuparse, dejar que las cosas sigan su curso y su camino. Claro está que no hay que abandonar nuestros propósitos, no hay que dejar nunca de formarse y de aprender. Simplemente dejar que las cosas sucedan cuando tengan que suceder. Vivir el hoy para un mejor mañana. No podemos saber cómo será nuestro trabajo, ni cómo seremos nosotros en ese trabajo, porque solo hemos llevado a cabo la teoría  Disfrutemos de ella mientras podamos.

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